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El segundo día fuimos a visitar el Memorial del Holocausto de Peter Eisenman Arquitectos. Básicamente se trata de una retícula de bloques de hormigón de diferentes alturas e inclinación que van creando una superficie tridimensional.
Debajo del monumento se encuentra el museo que es acongojante, no por su arquitectura en si, sino por los testimonios que se pueden leer.
La distancia entre bloques de 95 centímetros impide que más de una persona pueda circular entre ellos a la vez. Mediante este parque/monumento, Eisenmann pretendía transmitir la sensación de soledad y alineamiento que sufrieron los prisioneros en los campos de concentración.
Los bloques están pintados con una pintura anti-spray que causó cierta controversia, debido a que la empresa encargada de su fabricación se encargaba en su día de fabricar productos químicos para los campos de concentración.
Parece que la controversia acabó cuando Peter Eisenmann (descendiente de inmigrantes judíos alemanes de Estrasburgo) declaró que durante la Segunda Guerra Mundial, todas las empresas alemanas trabajaron para los nazis.
Un lugar muy aconsejable para visitar si pasáis por Berlín.
Mañana más. Un saludo a todos.
El segundo día fuimos a visitar el Memorial del Holocausto de Peter Eisenman Arquitectos. Básicamente se trata de una retícula de bloques de hormigón de diferentes alturas e inclinación que van creando una superficie tridimensional.
Debajo del monumento se encuentra el museo que es acongojante, no por su arquitectura en si, sino por los testimonios que se pueden leer.
La distancia entre bloques de 95 centímetros impide que más de una persona pueda circular entre ellos a la vez. Mediante este parque/monumento, Eisenmann pretendía transmitir la sensación de soledad y alineamiento que sufrieron los prisioneros en los campos de concentración.
Los bloques están pintados con una pintura anti-spray que causó cierta controversia, debido a que la empresa encargada de su fabricación se encargaba en su día de fabricar productos químicos para los campos de concentración.
Parece que la controversia acabó cuando Peter Eisenmann (descendiente de inmigrantes judíos alemanes de Estrasburgo) declaró que durante la Segunda Guerra Mundial, todas las empresas alemanas trabajaron para los nazis.
Un lugar muy aconsejable para visitar si pasáis por Berlín.
Mañana más. Un saludo a todos.
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